EL LUGAR DE LA FAMILIA Y LA CULTURA

Foto: aollatinoblog.com
¿Hace cuánto tiempo que viste por última vez a una mamá amamantar libremente a su bebé? Aquello que hace algunos cuantos años era tan común, hoy pasó a ser algo raro de ver. Y resulta que la Lactancia Materna es una conducta APRENDIDA para la mamá (para el bebé es sólo el instinto, implica el reflejo de búsqueda y succión innatos), y es bueno que tú, madre, veas a otra madre amamantar naturalmente, tanto para que sientas que es un acto de amor, que veas que es indoloro, para que desmitifiques ideas erróneas que te hayan transmitido.
Es muy importante el deseo de una mujer a amamantar, pero también importa el lugar que esta mamá ocupe en su familia y su entorno, y qué concepto tenga éste acerca de la lactancia. No es lo mismo una familia que apoya la Lactancia Materna y deja espacio para la privacidad de la dupla mamá-bebé que una familia que prefiere las memas, los complementos y que cree que lo mejor que se le puede dar a un bebé es lo que se compra. Lo artificial, por el uso y por el estilo de sociedad que tenemos, se valida y se normaliza: Se piensa que es mejor la tetina de silicona, mejor la lata de complemento, mejor  el chupete para que no llore, que el propio pecho materno. Estas son ideas totalmente equivocadas.
Hoy en los ambientes de Promoción de Buenas Prácticas apoyamos a las mamás y familias y las estimulamos a que den pecho a sus bebés.
Es importante que hables con aquellas personas de tu familia que no creen en la importancia de la Lactancia Materna para tu hijo y las alientes a apoyarte. Podés invitarlas a acompañarte a la consulta con el Pediatra de tu bebé para que le explique los beneficios de la Lactancia Materna y los riesgos de no seguirla.
Podrás descubrir que muchas de nuestras mamás nos dieron mamaderas, porque era lo que se estaba validando en ese momento en el ambiente médico y social. Se desconocía todo un mundo de aspectos no saludables y se desdibujaba la importancia tridimensional de la Lactancia Materna (la salud física, la salud psicológica y el Vínculo) y las consecuencias a mediano y largo plazo para la mamá y el bebé en este mismo eje.
Pero si hablas con nuestras abuelas, te dirán que se amamantaba a los bebés, y no solamente esto, sino que la lactancia materna prolongada era algo común. Era de esperarse que a los bebés los amamantaran hasta los dos o tres años. Hasta era común la existencia de Nodrizas. Hoy todo eso está mal visto. Equivocadamente mal visto. Porque la Lactancia Materna acompañada con todos los alimentos que un niño mayor de un año puede consumir, es la alimentación complementaria ideal que además continúa aportando elementos de protección al sistema inmune del niño que continúa frágil hasta aproximadamente los 6 años, además de que fomenta el apego.

Vos, no te plantearías la idea de amamantar a tu bebé? Informate, informate bien. Buscá gente que apoye de verdad la Lactancia Materna para que te ayuden. Buscá profesionales que prefieran el pecho materno DIRECTO con tu hijo, porque SIEMPRE va a ser mejor que la mamadera. Y si tenés algún dolor, molestia, desagrado, recordá: dar la teta NO duele ni molesta. Puede que haya alguna postura mal adoptada y eso te esté generando problemas. Por eso consultá a mujeres que trabajen en promoción de la Lactancia Materna antes de pensar en dejar de amamantar. Nuestro equipo de trabajo te puede asesorar y ayudar a resolver tu inconveniente.

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