Si estás esperando un hijo o planeas tenerlo, recuerda que ES POSIBLE ELEGIR con anticipación al ginecólogo/a que te acompañará durante el embarazo.
Dentro de la institución a la que acudas, procura rodearte de profesionales que contemplen tus necesidades y transmitan sus conocimientos de forma accesible, para que puedas comprenderlos cabalmente.
Escucharlos con atención y espíritu crítico te habilitará a plantear dudas y a rechazar las propuestas con las que no estés afín, así como también a recibir con beneplácito las sugerencias de quienes amparan sus prácticas en conocimientos científicamente respaldados, e intervienen en la justa medida de lo necesario.
Una de las formas de expresar tus requerimientos y deseos a quienes te atenderán por primera vez, es presentarles un PLAN DE PARTO que previamente, y habiéndote informado, hayas podido realizar con tu pareja o acompañante. Quienes trabajamos en los cursos preparto estamos preparados para ayudarte en la elaboración de un plan que contemple tanto tus necesidades como la realidad del centro donde te asistes. En nuestro contexto, el plan de parto aún no tiene un peso legal, pero está recomendado por la OMS como un medio para vincularte de manera clara y sencilla con el equipo de salud. Como herramienta te será útil para aclarar ideas y plantearlas organizadamente, para establecer acuerdos con anticipación y TOMAR DECISIONES en forma oportuna.
La toma de decisiones es tu RESPONSABILIDAD. Para poder hacerlo debes contar con INFORMACIÓN SERIA Y PERTINENTE. El intercambio de información se produce privilegiadamente a través del DIÁLOGO, por medio del cual se crean vínculos sólidos en donde los roles se respetan, sin subestimar ni sobreestimar al otro. Así se establecen negociaciones y se construyen objetivos realistas, donde son reconocidas las genuinas necesidades de madre y bebé, así como las verdaderas posibilidades de acción de quienes los asisten.
Tu ginecólogo/a, tu partera, educador/a de parto, psicólogo/a perinatal, el neonatólogo/a y el/la pediatra de tu hijo pueden ser tus mejores compañeros de ruta. En el vínculo con los integrantes del equipo de salud, la CONFIANZA se construye en el devenir de un intercambio de acciones técnicamente adecuadas y humanamente cuidadas.
Cabe aclarar que si bien actualmente no todas las mujeres tienen la posibilidad de elegir al ginecobstetra o a la partera que desearían que asistan su parto, SÍ ES POSIBLE DECIDIR CÓMO desean que ese nacimiento se produzca: con DIGNIDAD, RESPETO, y respaldados por la IDONEIDAD PROFESIONAL de todo el equipo. Este escenario refuerza la confianza de cada mujer en SU PROPIA CAPACIDAD para gestar, parir y criar, a la vez que le brinda el SOPORTE SANITARIO imprescindible para que ello se produzca en las mejores condiciones de SEGURIDAD, con el debido SOSTÉN físico y emocional.
Son innumerables las formas en que las instituciones pueden contribuir a que el comienzo de la vida de un ser humano sea digno y respetado. Y aunque la temática es muy amplia, podemos citar, a modo de ejemplo, una de las acciones desarrolladas por Organizaciones Internacionales para contribuir al logro de tales objetivos: se trata de la Iniciativa Hospital Amigo del Niño. Muchos padres y madres han oído hablar de ello, pero lamentablemente no siempre lo han podido disfrutar. Es menester que este tipo de emprendimientos deje de ser de un mero “premio” otorgado a ciertas instituciones, para constituirse en verdaderas acciones concretas, inherentes a toda práctica desarrollada dentro de cada Centro de Salud en el área perinatal.
Iniciativa Hospital Amigo del Niño:
¿de qué se trata?
¿de qué se trata?
En el año 1991 UNICEF Y la OMS, en un emprendimiento conjunto, lanzaron la Iniciativa Hospital Amigo del Niño (IHAN). La misma ha sido adoptada en más de 20.000 hospitales de distintos países del mundo, con la finalidad de “implementar prácticas que protejan, promuevan y apoyen la lactancia materna”. Se han efectuado revisiones y actualización de los materiales, manteniendo el objetivo de brindar apoyo y orientación para una atención integral a la díada madre-bebé, fortaleciendo el vínculo primario a través de la lactancia natural siempre que sea posible.