Publicamos una pequeña gran reflexión de nuestro amigo pediatra español, el Dr. Carlos González. Luego analizamos un poco la situación en la que muchas parejas se encuentran con sus bebés: la hora de dormir o de mamar.
El Acostumbrador Enmascarado, por Carlos González
"Yo, a mi esposa, desde los ocho meses de casados la acostumbré a dormir sola, por si me tienen que hospitalizar, para que no sufra.
También paso un mes al año fuera de casa, sin decir a dónde voy, para que no sufra si algún día la abandono. Y ese mes aprovechamos para dejar a los niños en un orfanato, que tienen que estar preparados por si nos morimos (hay tantos accidentes de coche…)
Mi lema es: sufra ahora, y así no tendrá que sufrir luego.
El Acostumbrador Enmascarado
Nuestro análisis:
Con este estilo irónico, nos deja reflexionando siempre desde su línea humanista y pensando en el amor hacia los bebés y en definitiva en el respeto hacia el ser humano.
Cuántas veces nos han dicho de "dejar llorar a nuestro bebé para que se acostumbre" o "dejarlo solo en su camita", así como "no tenerlo tanto en brazos porque se va a malacostumbrar"...
Estos consejos de otras madres o padres, de abuelas o tías, de pediatras, significan para toda una línea de profesionales, lo que llamamos prácticas INadecuadas para un recién nacido o para niños pequeños. A veces el cansancio, la rutina del trabajo o los horarios que debemos cumplir nos hacen pensar en buscar estrategias para poder descansar mejor: y las estrategias que a veces nos mal aconsejan son esas mismas: de dejarlo llorar en su cuna a la hora de ir a dormir en la noche, de no sostenerlo en brazos porque así "nunca más lo vas a acostumbrar a estar solito". Es bueno a veces recordar que un bebé nace del vientre de su mamá que lo contenía, lo sostenía, le daba calor, alimento y seguridad. Ahora que ya nació, no es bueno acostumbrarlo a la soledad. Dejarlo llorar en la noche (y en el día) le genera miedo, inseguridad. Su mundo interno se desarma, porque la fragilidad que lo caracteriza NECESITA del calor, abrazo, mirada y palabras de su mamá o su papá (o quien lo críe) para lograr estar tranquilo, relajado y tener un sueño placentero.
Si tu bebé duerme pocas horas "de un tirón" y se despierta llorando, te recomendamos que lo contengas, lo calmes y le des de mamar cuantas veces te lo pida. La teta no es solo alimento: es protección, cariño y seguridad para tu hijo. De día y de noche. Podés tener la cunita al lado de tu cama, a tu lado, para contenerlo apenas se despierta y para facilitarle el que se pueda volver a dormir. Si eso no lo ayuda, podés probar (con todas las medidas de seguridad que se necesitan) dormir con él en tu cama. Es necesario para tu hijo encontrar la seguridad y protección en esas horas de sueño y es muy necesario que descanse relajado. Si tu bebé descansa bien, tú también vas a descansar mejor.
Y no cabe duda: si dejamos llorando a nuestro bebé por 3 días, probablemente al cuarto día deje de llorar. Pero es eso lo que queremos para nuestros hijos? Que entiendan que cuando necesitan a su mamá ella no va a venir? Que cuando lloran buscando protección a su indefensión nadie los va a contener y sostener? Que cuando necesitan de alguien en un momento de soledad y miedo la van a tener que pasar solos? Qué les estamos transmitiendo?: "cuando te sentís con miedo, estás sólo y necesitás amor, calor, contención, mimos, no siempre los vas a obtener".
Frase de Carlos González e ilustración extraídos de SINA: Asociacion de apoyo a la lactancia materna y crianza consciente en Valencia
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